ActualidadCampus 42

Actitud 42: Alba Jiménez

Alba Jiménez, de 29 años y malagueña de cuna, estudió Psicología en la Universidad de Málaga y es técnico deportivo de Karate. Tras muchos años trabajando en el sector de la educación no formal, decidió darle un giro a su vida adentrándose en el mundo de la programación con el fin de encontrar una estabilidad laboral y de proponerse un reto más: demostrarse a sí misma que la tecnología también podía ser para ella.

¿Qué te ha traído a 42? ¿Cómo conociste el campus?

Desde que en septiembre de 2021 comencé un curso básico de desarrollo web, me di cuenta de que esto de programar no se me daba mal, así que durante mis búsquedas sobre distintos lenguajes de programación, 42 apareció en mis redes sociales. No recuerdo si fue en LinkedIn o Instagram pero, en cuanto lo vi, me metí a investigar y tuve claro que este podía ser mi sitio.

Y ahora que estás aquí, ¿qué es 42 para ti?

42 está siendo para mí un reto constante. Si alguien me hubiera dicho hace un año que hoy estaría aquí, no me lo hubiese creído. Estoy aprendiendo no solo a programar, sino a saber pensar de manera lógica, a buscar más de una solución para el mismo problema y, sobre todo, a apoyarme en mis compañeros/as para avanzar. Sin el “peer to peer” no habría conseguido pasar ni siquiera la piscina.

Si tuvieras que definir 42 en una palabra, ¿qué dirías?

Oportunidad.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje en este tiempo en 42?

Aprender a manejarme con la terminal. Yo llegué a 42 sin haber tocado nunca un MacOs y, por supuesto, sin saber ni si quiera lo que era una terminal, jaja. Ahora, sé trabajar desde cualquier terminal gracias al período de piscina y a los meses que llevo en el cursus. Valoro mucho este aprendizaje, aunque, evidentemente, 42 es muchísimo más que eso.

Además de programar, ¿qué otras cosas has aprendido?

He aprendido que, en este mundo de la programación, es tremendamente importante saber comunicarse y trabajar en equipo. Esa imagen del programador/a solitario/a no es real. Todo tu trabajo depende también del de otra persona, y el de esa persona depende de otra, y así. 42 permite desarrollar tus soft skills de una forma muy peculiar e innovadora.

¿Has pensado en tirar la toalla en algún momento? Si lo has hecho, ¿qué o quién te ha borrado esa idea de la cabeza?

La verdad es que no he pensado en tirar la toalla (de momento, jaja). Sí es cierto que, en varias ocasiones, el agobio y la frustración se han apoderado de mí y me han hecho creer que, quizá, no iba a ser capaz de acabar un proyecto pero, al final, gracias a mis compañeros/as, ese bloqueo se termina superando. Además, cuando te relacionas o escuchas a personas que llevan muchos años dedicándose a esto, te das cuenta de que los problemas en el código y la frustración van a formar parte de tu día a día como programador/a, por tanto, es normal venirse abajo en un momento determinado, pero lo importante es aceptar que eso puede ocurrir más de una vez y, ante eso, lo mejor es tomar distancia, respirar y buscar ayuda.

Si tienes experiencia previa en otros campus o formaciones de programación o tecnología, ¿puedes contarnos qué hace distinta la experiencia 42 a cualquier otra?

Mi otra experiencia en formaciones de programación ha sido online. La experiencia 42 se distingue de otras por varias razones: la primera, la presencialidad. Que sea necesario ir al campus para poder avanzar y entregar tus proyectos te obliga a relacionarte, con lo cual, ya trabajas día a día de forma transversal las habilidades sociales. Y, por otro lado, el hecho de que no haya profesorado. Eres tú quien se encarga de buscar lo que necesitas y ampliar tus conocimientos en relación al proyecto que te toque desarrollar.

Cuéntanos una curiosidad sobre ti y algo inconfesable… 😉

Una curiosidad sobre mí… No paro quieta casi nunca. Soy autodidacta y apasionada de la música desde que tengo uso de razón y, de hecho, justo antes de la pandemia grabé un EP con canciones propias, pero aún no lo he sacado a la luz (repito, aún).

Si algo es inconfesable, no te lo puedo confesar, ¿no? 😛 Los “sincericidios” para otro momento.

¿Qué te gustaría ver cumplido cuando finalices el cursus?

Lo primero, me gustaría ver que he sido capaz de finalizar el cursus y que me habré podido especializar en una o varias áreas. Pero, por supuesto, conseguir un trabajo y estar contenta con lo que hago es la meta final. Querer darle un giro de 180 grados a mi carrera no es una decisión aleatoria.

Si tuvieses que recomendarle a alguien que se lance a la piscina, ¿cómo lo harías o qué le dirías?

Le diría que lanzarse a la piscina no es moco de pavo. Hay que prepararse para lidiar con la frustración y el cansancio, pero también que se disfruta muchísimo. Es posible que pase por situaciones que no entenderá durante los 26 días de inmersión, pero, al final, todo tiene un sentido. Es una oportunidad única donde se conoce a mucha gente y, entre todos y todas, se acaba remando hacia la misma dirección. Y eso es maravilloso.

¿Y si pudieses empezar con tu aventura hacia 42 Málaga ahora mismo? Regístrate en nuestro site de candidatura y haz los tests online cuando quieras.