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Actitud 42: María Medina

María estudió Derecho y Administración de Empresas, y aunque estaba en un momento de su vida donde disfrutaba de estabilidad laboral, necesitaba un reto… ¡y ese reto fue la programación! Se lanzó a la piscina motivada por la metodología de 42 Málaga, ¡y ahora es estudiante del campus!

Cuéntanos sobre ti: ¿cuál es tu historia?

Me llamo María y estudié Derecho y Administración de Empresas. Elegí esa carrera un poco por inercia, aunque me trajo cosas muy buenas. Es verdad que llegué a un punto en el que tenía estabilidad laboral, me sentía un poco frustrada en mi trabajo, necesitaba un reto. Sentía que había cualidades en mí que no estaban siendo aprovechadas, porque soy una persona muy lógica y que disfruta de resolver problemas, retos complicados… y cuando tengo un reto así por delante soy muy trabajadora. 

Finalmente decidí dejar el trabajo y hacer algo totalmente nuevo. No sabía el qué, pero me aventuré y lo siguiente que hice fue realizar un curso de programación online. La programación me enganchó totalmente, cuanto más aprendía más curiosidad tenía. Aunque fue duro porque al final estaba aprendiendo por mí misma, haciendo muchos proyectos sola, pero lo disfruté mucho.

Al volver este julio a Málaga quise realizar una formación oficial, pero en todas me exigían o tener una ingeniería, algún estudio técnico que no tenía o eran muy caras. Nada me convencía, hasta que encontré 42 Málaga, que es para todos, gratuita y encima es super innovadora. Soy muy autosuficiente, así que me encantó una formación tan enfocada al autoaprendizaje, y aunque aprendes junto a tus pares me encanta que cada persona marque su propio ritmo y se apoye en las demás para impulsarse. Te enseña a ser autosuficiente. Es llevar las riendas de tu aprendizaje.

Me atrajo mucho y me ilusioné desde el principio, desde que hice las pruebas online, y nada, ahora estoy aquí.

¿Cómo conociste 42?

Os conocí a través de un amigo que me pasó el link a los tests de acceso y ese mismo día los hice. Estaba decidida a lanzarme a la piscina, porque quiero apostar por la programación y era lo que necesitaba: un camino que seguir y me facilitara lograr mis objetivos. Para mí estar en 42 Málaga supone ese camino y me da confianza. Porque te sientes un poco perdido cuando empiezas a aprender por tu cuenta en solitario, hasta te invade ese “síndrome del impostor”, pero aquí te rodeas de personas de todo tipo y ves que aunque hay quienes tienen ciclos relacionados con la programación o han hecho ingeniería, otras vienen de humanidades. Hay una gran variedad de personas y todas aportamos algo al equipo. Y no necesariamente los que más saben son los que tienen esos estudios, para nada: todas las personas aprendemos y aportamos.

En este tiempo, ¿en qué se ha convertido 42 para ti?

Creo que lo que más me ha aportado es que me sentía muy sola en el mundo de la programación, no tenía a nadie con quien hablar de este tema y ahora encuentro personas que están motivadas y que están en el mismo punto que yo: intentando lanzarse pero sin saber muy bien todavía por dónde ir, aprendiendo. 

Y estar con personas que comparten tu objetivo, que quieren lograr su primera oportunidad laboral, un trabajo, una guía… Te impulsa y te da confianza.

¿Qué te llevas de esta experiencia?

Confianza en mí misma, en que puedo conseguir las cosas y lograr mis objetivos con esfuerzo. Me llevo también toda esta experiencia trabajando en equipo, durante la que me he sentido muy cómoda. Por eso creo que en general: la confianza y la comunidad que se ha creado.

¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje hasta el momento?

Aunque me guste la gente y tal, me considero introvertida. Y esta experiencia te empuja hacia la extraversión, porque es la manera de estar aquí y te sale solo. Me he dado cuenta de que me ha salido bastante más fácil de lo que creía, es algo que quizá me preocupaba un poco al principio, pero me he sentido comodísima y tengo más confianza a la hora de abrirme a los demás, que ya sabía que podía, pero es un ambiente muy propicio para ello. Me sentí muy cómoda interactuando con gente que no conocía, acercándome y empezando una charla a pesar de no conocerlas de antes.

Me recordó un poco al erasmus, en el sentido de que es como una comunidad muy grande, socializas con mucha gente nueva, pero a la vez sientes que compartís algo y eso te permite acercarte con más seguridad.

¿Hiciste alguna formación previa en programación?

Estaba haciendo un curso online estupendo, pero claro, es muy distinto. Aunque me encantaba, eras tú frente a un vídeo, no tiene ese espíritu estudiantil tan chulo. 

42 es bien distinto a otras formaciones, no te dan nada masticado, es buscarse la vida: Up2You.

¿Por qué es tan distinto?

No sé si todo el mundo opinará igual, supongo que depende del perfil, pero a mí me gusta mucho que cada persona pueda ir a su ritmo y puedas repetir un ejercicio hasta afianzarlo y pasar al siguiente con seguridad. Cuando das una formación en una universidad, donde sea, con tantos estudiantes diferentes, con motivaciones y ritmos distintos, me parece que hay talentos que se desaprovechan y otros que se frustran.

Es muy interesante crear un ambiente en el que nos nutrimos unas personas de otras y donde realmente se nos empuja a compartir el conocimiento, donde realmente quieres colaborar e implicarte. Y es cierto que aprendes enseñando, eso lo he podido sentir estos días de piscina, cuando explicaba un concepto muchas veces lo interiorizaba cada vez más y podía explicarlo mejor.

Supongo que hay gente que prefiere la educación más tradicional con profesores, que también tiene muchas ventajas, pero el sistema de 42 Málaga es uno que para mi forma de aprender va muy bien.

Cuéntanos una curiosidad sobre ti

Soy una persona muy curiosa y polifacética. Me apasiono mucho por las cosas y la verdad que he probado de todo: he pintado cuadros, he hecho música, estuve escalando una temporada… Me gustan las aficiones intensas, también la ciencia y la filosofía, tiendo a cuestionarme las cosas.