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Actitud 42: Marina Matas

Marina tiene 25 años y viene del pueblo malagueño Benamocarra. Estudió el doble grado de Turismo y Publicidad y Relaciones Públicas y ahora está terminando un Máster de Marketing Digital, aunque su ocupación principal es la animación turística y de eventos, cumpleaños y bodas. Conoce cómo un perfil sociocultural termina lanzándose a estudiar programación en 42. ¡Adelante!

Actitud Marina Matas Campus 42 Málaga

¿Qué te ha traído a 42? ¿Cómo nos conociste?

Me llegó a través de un conocido, que lo había visto por internet y me lo recomendó. Entonces empecé a mirar tanto las redes sociales del campus como la página web. Me pareció muy guay y me animé.

Y ahora que estás aquí, ¿qué es 42 para ti?

42 es una experiencia única que le da la oportunidad de introducirse en la programación a personas de todo tipo, tengan conocimientos previos o no.

Si tuvieras que definir 42 en una sola palabra, ¿cuál sería?

La palabra que mejor define a 42 es… intenso. Son 26 días, echándole muchas horas y aprendemos muchísimo en muy poco tiempo de compañeros/as y… es muy intensa la experiencia, pero también muy bonita.

En el tiempo que has estado en 42, ¿cuál ha sido tu mayor aprendizaje?

El mayor aprendizaje que me llevo de 42 es que puedo aprender sin profesores, sin libros, aprender por mí misma, con mis compañeros/as… Cada persona aporta un poquito. Entonces, esta nueva forma de aprendizaje ha sido algo muy revelador para mí.

Además de programar, ¿qué otras cosas has aprendido?

Además de la programación hemos tenido diferentes tipos de charlas: de compañerismo, de gestión de las emociones, hemos tenido clases de yoga, clases de estiramientos y, al final, todo el mundo aporta un poquito. Aunque no sepas de programación puedes aportar algo a todas las personas que están contigo en la piscina porque, aparte de programar, también venimos a convivir y a conocernos. Entonces no sólo es programar, es toda la experiencia en la que cada persona aporta algo.

¿Has pensado en tirar la toalla en algún momento? Y de ser así, ¿qué o quién te lo ha quitado de la cabeza?

No he pensado en tirar la toalla porque después de todo lo que he recorrido quiero seguir hasta el final. Y también porque sé que me puedo apoyar en mis pares en cualquier momento y, si tengo cualquier problema o estoy frustrada, puedo ir al break a tomarme un café con quien sea que, esté quien esté, seguro voy a pasar un buen rato y voy a poder desahogarme. Eso es genial.

¿Qué dirías que diferencia a 42 de otras formaciones convencionales?

La principal diferencia es que 42 no tiene profesores ni libros. Sigues una serie de proyectos que tienes que ir entregando, pero de donde sacas los recursos es de las personas que te rodean: la de la derecha, la de la izquierda, la de enfrente, la de detrás, de Google y, al final, entre todas te aportan un poquito y consigues sacar el objetivo. Para mí eso ha sido muy revelador, porque a lo que estamos acostumbrados es a que haya un profesor con un temario que seguir.

Cuéntanos una curiosidad sobre ti… o algo inconfesable.

Aunque no lo parezca al principio, me encanta trabajar con niños/as y, cuando estoy trabajando con ellos/as como animadora, cambio totalmente mi mood, soy otra persona diferente. Entonces me transformo y tengo un apodo: me llamo Bellota. Dejo a Marina a un lado y me convierto en Bellota para animar.

¿Qué te gustaría ver cumplido cuando finalice la piscina?

Me encantaría echar la vista atrás y ver todo lo que he aprendido. Entrar (a 42) y no saber lo que era compilar, ni lo que era una terminal, y ahora ver que me he superado a mí misma, que he conseguido terminar la piscina, que eso ya era un propósito que tenía. Y todo lo que he aprendido en 26 días cuando hace un mes no tenía ni idea de programación.

Y si tuvieras que recomendarle a alguien que se lanzase a la piscina, ¿qué le dirías?

Yo le diría que se lance, pero que en la piscina no va a haber agua, lo que va a haber son muchas personas que te van a ayudar durante los 26 días y van a estar allí para sostenerte, que no lo dude. Y, si piensas que no sabes programar y no vas a aportar nada, que sepas que aquí todo el mundo aporta, porque no es sólo programación, son momentos de risas, un oído para escuchar… Entonces, ¡que se lance!

Marina está en la recta final de su piscina y está claro que está siendo un reto para ella el aparcar la animación durante 26 días para hacer su inmersión en el sector tecnológico. Siempre hay una oportunidad para el reskilling. ¿Ha llegado tu momento para ello? La aventura comienza realizando los juegos de acceso desde la comodidad de tu ordenador. Lo que sigues, ya sabes, ¡es lanzarte a la piscina!